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Una nueva tendencia en la creación de obras de arte en la última década es ir más grande que la vida. Ya no son piezas que se pueden colgar en una pared de la elección popular para los que tienen dinero para gastar en obras de arte de alta gama. Ahora eres clientes, incluyendo aquellos con colecciones privadas, están buscando trabajos que ocupan grandes espacios en grandes almacenes. Uno de los ejemplos más recientes es la interpretación de un bosque basado en la mitología americana, que requiere todo un pabellón en el arsenal Building de Nueva York para la exhibición de Paul McCarthy. Diecisiete semi-camiones fueron utilizados para transportar el diseño a su configuración regional de visualización y se tomó una semana de configurar. La pantalla incluye árboles y casas gigantescas y videos a través de gráficos. Esto no era más que una obra de arte; Fue un espectáculo interactivo que dio la bienvenida al espectador en su mundo.
No todas estas grandes obras nuevas se hacen para que el público puede caminar a través de ellos, pero una cosa que tienen en común es su capacidad para impactar los sentidos con su tamaño. La tendencia hacia la gran arte se puede ver en las obras de artistas de todo el mundo. Pinturas enormes que cubren un lado de un edificio de cuatro pisos en Sydney, una silla multicolor tan grande como una casa situada en el centro de un parque en Suecia y una enorme flor de loto de goma colocado en el patio de un edificio del gobierno en El Cairo son sólo algunos ejemplos de esta nueva tendencia. Debido a la popularidad de este tipo de pantallas públicas, las ciudades están construyendo enormes edificios que pueden ser utilizados específicamente para este tipo de obra.
Entonces, ¿cómo se integran estas obras en el museo y la galería más tradicional mundo de la exhibición del arte? Los museos públicos reclutan las empresas minoristas altamente visibles para patrocinar las exposiciones como las campañas de publicidad, lo que permite el libre acceso al público en general. Estas exposiciones son a menudo solamente temporal, moviéndose de un lugar a otro, y el uso de materiales inflables de los artistas ha hecho de esto una opción muy popular. Realización de una pieza tan parte de la colección permanente es un desafío. "Los precios de compra pueden ser muy altos", dice un conservador de museo. "Nuestro presupuesto para estas piezas se ha triplicado en el último año, gracias principalmente al aumento de donaciones de diversas empresas." Del mismo modo, galerías privadas quieren poner sus manos en estas piezas. Están renovando sus espacios para adaptarse a estas creaciones de monstruos.
No todo el mundo está entusiasmado con esta nueva tendencia. Jamie Rhoads, presidente del gremio de los artistas Independiente, le preocupa que los artistas locales, sin el respaldo financiero de una gran galería, no serán capaces de competir. "Antes, era sólo una cuestión de la compra de pinturas y algunos cepillos si uno quería ser un artista de éxito. Ahora se ha ido más allá de eso y tengo miedo de lo que eso significa para el artista independiente. "Muchas de las obras monumentales requieren todo un equipo de personas para ejecutar la visión del artista.
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